CAPITULO 6

DE LA TREGUA A LA PAZ

El Pacto de Tregua entre Bolivia y Chile fué firmado el 4 de abril de 1884 en Santiago, representando a Chile el Ministro de Relaciones Exteriores, Aniceto Vergara Albano y a Bolivia los enviados especiales Belisario Salinas y Belisario Boeto. El tratado de Paz entre Bolivia y Chile fué suscrito, también en Santiago, el 20 de octubre de 1904 por el Canciller chileno Emilio Bello Codecido y el Enviado Plenipotenciario de Bolivia, Alberto Gutiérrez. Llama la atención que entre estos dos instrumentos jurídicos distan un poco más de veinte años. Este substancial lapso muestra la resistencia de Bolivia a someterse a aceptar la mediterraneidad que le impuso Chile por la fuerza de las armas.

Durante este tiempo el rol de los Estados Unidos no fué muy importante y la diplomacia americana se mantuvo ajena - oficialmente - al conflicto entre Bolivia y Chile. Sin embargo, la correspondencia diplomática americana del período atestigua tres hechos importantes. Primero, la resistencia boliviana para aceptar su encierro; segundo, los esfuerzos chilenos por perfeccionar una servidumbre portuaria que habilite en un mínimo el tráfico comercial de y hacia Bolivia y, tercero, el rol ambiguo americano que reconociendo la causa moral de Bolivia, aceptó pragmáticamente las decisiones impuestas por el Estado más fuerte: Chile.

A continuación se presenta una relación de esa correspondencia. Como la acción americana más importante durante este período fué la ejercida en defensa de los intereses privados de la firma americana Alsop y Cía., se presenta ésta en detalle en el próximo capítulo.

"BOLIVIA ESTA ENCERRADA"

El Departamento de Estado instruyó a sus representantes en el exterior, el envío de un reporte periódico a ser presentado anualmente con la información de las actividades económicas de los países, en los que ejercían su misión. El Consulado americano en La Paz, envió en fecha 20 de octubre de 1885, un reporte anual que correspondía al año fiscal americano de 1 de julio de 1884 al 30 de junio de 1885 y se refirió al problema boliviano de la siguiente manera:

"Desde la reciente guerra entre Perú y Bolivia por una parte y Chile por la otra, la cual resultó desastrosa para los aliados, Bolivia nuevamente se ha ajustado a sus hábitos pacíficos, dedicándose a reparar sus pérdidas, sin descuidar el ver con ojos ansiosos a Chile, cuyos designios de conquista son muy claros y no se ocultan.

Bolivia como resultado de aquella lucha ha sido separada de una porción de su territorio incluyendo sus habitantes...Por el tratado de Paz (Tregua) con Chile, Bolivia perdió el total de su litoral, el mismo que tiene una extensión territorial de 70,181 millas cuadradas. Aparentemente desierto, pero que contiene los ricos depósitos de guano y salitre, por los cuáles Chile hizo la guerra. Bolivia está ahora completamente aislada y es una república sin costa. Debiendo su comercio efectuarse a través de los puertos de países vecinos."(1)

DEPARTAMENTO DEL LITORAL SE

CONVIERTE EN PROVINCIA DE ANTOFAGASTA.

En enero de 1887 el Senado chileno discutió y aprobó un proyecto de ley que creaba la provincia chilena de Antofagasta. El gobierno aprobó la acción de dicha legislatura el 12 de julio de 1888. Las autoridades bolivianas protestaron, tanto por esta discusión en el Senado como por la creación de una provincia con territorios bolivianos que no habían sido cedidos por el Pacto de Tregua.(2) La misión diplomática americana en Santiago informó oportunamente de estos acontecimientos al Departamento de Estado.(3)

Estados Unidos, decidió en 1890, complementado a su entusiasmo, por la convocatoria de la Conferencia Panamericana, impulsar el conocimiento de las naciones del hemisferio y las necesidades económicas de las mismas. Con este motivo, el "Bureau of the Americans Republics", adscrito por ese entonces al Departamento de Estado, publicó una serie de libros de referencia (handbooks) sobre los países de la región. El "handbook" publicado sobre Bolivia en 1893, describe la organización geográfica y política de este país donde presenta la descripción de cada uno de los Departamentos, la última sección del libro contiene lo siguiente:

"DEPARTAMENTO DE ATACAMA O DEL LITORAL"

La provincia sud-occidental de Bolivia en la Costa del Pacífico, capital Antofagasta. Esta provincia está ocupada por Chile desde el 14 de febrero de 1879.(4)

ANTOFAGASTA: EL PUERTO DE BOLIVIA

Después de la Guerra del Pacífico, el Gobierno americano estaba preocupado al no contar con una autoridad consular que pudiera ocuparse propiamente de promover y servir al intercambio comercial de Estados Unidos con Bolivia. El consulado americano en Cobija, la capital marítima de Bolivia, estaba cerrado y este puerto se había convertido en una ciudad fantasma. El Consulado americano en La Paz, informó repetidamente de la incomunicación boliviana con el comercio mundial por la falta de puertos propios.

La Legación americana en Santiago, inició en 1890 los trámites ante el Departamento de Estado, para la creación de una oficina consular en Antofagasta para que atienda en parte el comercio hacia Bolivia. El Departamento de Estado constituyó, en diciembre de 1892, un Vice-Consulado, tomando en cuenta la importancia de Antofagasta como centro de recursos minerales, y fundamentalmente por estar unida a Bolivia por un ferrocarril que habilitaba a este puerto, como el "Puerto Principal de Bolivia". El Departamento de Estado nombró Vice-Cónsul al ciudadano americano Charles Greene, en razón de ser un antiguo residente de Antofagasta, quién llegó a esa ciudad con anterioridad a la ocupación chilena y tenía buenas relaciones con ciudadanos y autoridades bolivianas.(5).

El señor Greene aceptó el nombramiento de Vice-Cónsul en forma provisional e insistió varias veces en que la importancia de Antofagasta exigía el rango de un Consulado. Esta importancia estaba basada en las relaciones de Antofagasta con Bolivia y no con Chile. El señor Greene escribió con este motivo al Secretario de Estado una carta el 15 de agosto de 1893 en la que le dice:

"...con ésta le incluyo un mapa de Bolivia de modo que Ud. pueda ver la relación geográfica y comercial de Antofagasta, que es en este momento la capital de una provincia grande, y el puerto principal de importaciones y exportaciones de Bolivia (para el Centro y el Sur)."

En otra parte el Sr. Greene escribe:

"...este ferrocarril, va desde Antofagasta hasta Huanchaca y Oruro y alcanza los 100 Kilómetros..."

y al terminar la carta Greene dice:

"Esta oficina debería ser por consiguiente un consulado y no un vice-consulado."(6)

En el mismo sentido, el Ministro americano J.D. Porter se dirige al Secretario de Estado, en carta del 14 de noviembre de 1893 y, solicita la elevación de rango de Oficina vice-consular en Antofagasta, exponiendo que:

"Antofagasta es la terminal principal de un ferrocarril importante que muy pronto la unirá con la capital de Bolivia".(7)

Los mismos conceptos son reiterados una vez más por Greene en carta del 12 de febrero de 1898 dirigida al Secretario de Estado.(8) El Departamento de Estado aceptó finalmente esta solicitud y, elevó el rango de la representación americana en Antofagasta al nivel de Consulado.

LOS TRATADOS DE 1895

Bolivia y Chile estuvieron muy cerca de llegar a un acuerdo definitivo de paz en 1895, cuando ambos gobiernos firmaron cinco convenios interrelacionados. Los tres primeros fueron Tratados que estipulaban: el primero, la consolidación del dominio de Chile sobre los territorios bolivianos ocupados y referidos en el Pacto de Tregua de 1884 y las obligaciones financieras emergentes de la guerra y la ocupación chilena. El segundo, se refería a la entrega de Arica a Bolivia, o en su caso, la Caleta Víctor, por parte de Chile - una vez solucionado el diferendo entre Chile y el Perú. El tercer Tratado era de Reglamentación Comercial. Los otros dos convenios finales eran protocolos que reglamentaban los créditos y obligaciones económicas y la estipulación de que estos convenios constituían un "paquete integral" e indivisible entre sí.

Estos Tratados no entraron en vigor debido a que, por una parte, el Congreso boliviano no aprobó el cuarto protocolo referente a los créditos, y por la otra a que el Congreso chileno no aprobó el quinto protocolo que se refería a la indivisibilidad de los dos protocolos referentes a la transferencia de territorios y el restablecimiento de la paz.(9)

El Ministro americano en Santiago, Edward H. Strobel informó al Departamento de Estado en Nota No.22 de 25 de mayo de 1895 sobre las negociaciones e hizo la observación de que le extrañaba la cesión a Bolivia de un puerto sobre el Pacífico, ubicado en territorio de las antiguas provincias peruanas de Tacna y Arica, ocupadas por Chile, sin haberse firmado previamente ningún arreglo entre Chile y Perú para solucionar el dominio de Tacna y Arica de acuerdo al Artículo III del Tratado de Ancón de 1883. El Ministro americano decía además que él creía que Chile iba a consolidar en última instancia su dominio legal en Tacna y Arica, y Bolivia en consecuencia, volvería al Pacífico por esta zona.(10)

Un año más tarde, el 6 de mayo de 1896, el Ministro Strobel informaba en Nota No. 85 al Secretario de Estado, que las negociaciones de 1895 habían concluido, y que el Gobierno de Chile había publicado en el "Diario Oficial", edición del 2 de mayo de 1896, copias de los Tratados de Paz, Amistad y Comercio. Señalaba que en forma muy curiosa, no había ninguna referencia a la entrega de una salida al mar a Bolivia por Arica, mientras que sí, Chile se beneficiaba con la adquisición de los territorios bolivianos ocupados por Chile y estipulados en el Pacto de Tregua, de 4 de abril de 1884. El Ministro envió como anexos a su nota, copia de los tratados publicados en el "Diario Oficial" con sus respectivas traducciones al inglés y al finalizar su nota escribió "el Tratado de Paz y Amistad, ahora publicado, no menciona ninguna cesión de territorio a Bolivia. El dominio de Chile sobre territorio tomado de Bolivia está permanentemente asegurado, pero nada se hace por éste último país (Bolivia)."(11)

El Gobierno de chileno se dirigió al Gobierno peruano el 3 de agosto de 1895 para tratar la cuestión de Tacna y Arica, mediante nota enviada por su Plenipotenciario en Lima y el 9 de ese mismo mes, propuso la anexión formal de Tacna y Arica a Chile, reconociendo este país el pago de una compensación de más de 20 millones de pesos oro. El Gobierno peruano rechazó toda discusión al respecto y además mediante nota de 30 de octubre de 1895 enviada por su Plenipotenciario en La Paz, Enrique de la Riva-Agüero, protestó ante el Gobierno boliviano por los acuerdos firmados con Chile, y recordó a las autoridades bolivianas que Tacna y Arica eran peruanas y que Chile no tenía soberanía sobre ellas. El malestar peruano también se hizo extensivo, obviamente, contra el gobierno chileno.(12)

Los Tratados de 1895 fracasaron porque en lo formal, los parlamentos boliviano y chileno no los perfeccionaron, y también porque la opinión pública de ambos países los consideraron que no respondían a los mejores intereses de sus propias naciones. En Bolivia, siempre existió una importante corriente leal al Perú, que consideraba que no se podía llegar a ningún acuerdo sobre Arica sin acuerdo previo y directo con el Perú. A su vez, Chile en esa época empezaba a vivir una de sus tantas crisis fronterizas con la Argentina. La prensa chilena opinaba que era "preferible estar mal con Bolivia y no con Perú...en el conflicto con Argentina...Bolivia - su aliado - no tiene fuerza militar alguna...", y sugería que el Senado chileno no aprobara los Tratados firmados con Bolivia en 1895.(13)

Como se dijo anteriormente, estos tratados de 1895 no tuvieron ningún efecto.

ARGENTINA Y LA PUNA DE ATACAMA

Se ha visto en la primera parte de este libro, que el Partido de Atacama, perteneció al Virreynato de la Plata y que estaba bajo la jurisdicción de la Intendencia de Potosí, bajo la Audiencia de Charcas. Cuando el Alto Perú se independizó y vino a formar la República de Bolivia, su primera discusión de límites fué con la Confederación Argentina, donde se trato sobre el status de Atacama y la situación de Tarija. Esto prueba una vez más, el hecho histórico, que Atacama estaba bajo Charcas y no bajo la Capitanía de Chile. El Mariscal Sucre, como Presidente de Bolivia, negoció con los enviados argentinos y confirmó para Bolivia en base al "uti-possidetis" de 1810, el dominio sobre Atacama y logró la incorporación de Tarija, fundamentada en la "autodeterminación" de sus pobladores.

Durante la Guerra del Pacífico, Chile ocupó militarmente parte de la Puna de Atacama y planteó posteriormente el problema de la indefinición de las fronteras entre Chile y Argentina en esa región. El Pacto de Tregua de 1884 no había conferido a Chile ningún derecho administrativo sobre los territorios de la Puna de Atacama, sin embargo, como vencedor mantuvo su ocupación por la fuerza. Bolivia no tenía ningún chance de lograr la evacuación chilena del área, y a su vez, desde 1889 había iniciado una política de acercamiento hacia Argentina, la misma que culminó en 1893 con la cesión - hecha por Bolivia - de todos sus derechos sobre la Puna de Atacama en favor de Argentina.

Argentina planteó a Chile, en forma enérgica, la necesidad de delimitar sus fronteras pendientes y entre ellas, la Puna de Atacama. Por varios años las relaciones entre estos dos países sufrieron un proceso de deterioro, hasta hablarse de un posible conflicto bélico, al que Bolivia y tal vez el Perú, no habrían sido ajenos.(14)

El Consulado americano en Antofagasta se dirigió al Secretario Adjunto del Departamento de Estado, mediante nota de 17 de noviembre de 1898, mencionando el posible conflicto argentino-chileno y el rol íntimo de Bolivia en el mismo, así como las implicaciones del conflicto sobre el futuro de Antofagasta.

Escribía el Cónsul que:

"...aunque la Legación en Santiago debe haberle ya informado, la amenaza inminente de una Guerra entre Chile y Argentina tiene implicaciones importantes para esta provincia de Antofagasta".

A continuación, el Cónsul Greene, describía los antecedentes básico de este conflicto, de la siguiente manera:

"La frontera entre Bolivia y Chile, mucho tiempo después de la independencia, dió lugar a disputas entre ellos. Bolivia insistió que el paralelo 25° de latitud sur, fué su frontera por el sur, mientras que Chile argumentó que el paralelo 23°de latitud sur era a su vez su frontera norte.

Un tratado negociado alrededor del 10 de agosto de 1886, fué ratificado el 15 de diciembre de ese mismo año y el paralelo 24° latitud sur fué adoptado como la frontera entre Bolivia y Chile, bajo ciertas condiciones, siendo una de ellas, la división de ingresos generados por la explotación de minerales y otros productos encontrados en el distrito, el que alcanzaba hasta el 25° latitud sur.

Este punto descrito anteriormente fué considerado indeseable y complicado; un nuevo tratado fué negociado y ratificado el 25 de diciembre de 1875. Este dejó el grado 23° (debe decir 24°) como la frontera, y bajo los nuevos términos la división de ingresos, ya descrita anteriormente, fué eliminada, bajo nuevas condiciones.

Bolivia, se responsabilizó en un artículo, a no aumentar por 25 años los derechos de exportación sobre minerales, ni los impuestos y otros gravámenes sobre los negocios de firmas chilenas establecidas en este territorio.

En 1878, Bolivia estableció un impuesto de 10 centavos por quintal español de salitre a ser exportado por la Compañía de Salitres y del Ferrocarril Antofagasta, una empresa chilena, domiciliada en Valparaíso. Chile declaró esto como una violación del Tratado de 1874... y el 14 de febrero de 1879 tomó posesión del Litoral bajo el concepto de reivindicación de sus derechos hasta el 23°.

Una alianza defensiva y ofensiva, había sido previamente negociada en secreto entre el Perú y Bolivia y al poco tiempo estalló lo que se conoce como la guerra entre Chile y Perú-Bolivia. Los aliados fueron desafortunados. Después de la captura del Huáscar, el monitor peruano, Chile controló con sus fuerzas navales la costa entera del sudoeste.

Chile no solo ha asumido y mantiene sus derechos a la zona entre los 23° y 24° de latitud sur, pero también con el Pacto de Tregua de 10 de abril de 1884, ha tomado posesión del territorio que se extiende hasta la antigua frontera con el Perú, en el norte y de una larga porción hacia el este, las que mantiene y gobierna hasta que pueda negociarse un nuevo tratado oficial. Los bolivianos siempre han protestado y continúan manteniendo que el territorio es boliviano, y que a su debido tiempo será reivindicado. Los chilenos insisten que ha sido siempre territorio chileno..."

Luego el Cónsul se refiere a las negociaciones que culminan con los tratados de 1895 de la siguiente forma:

"En 1891 al Junta Constitucional de Iquique negoció un protocolo con Bolivia. Bolivia reconoció a la Junta y se responsabilizó a renunciar por siempre al territorio en manos de Chile. La Junta acordó entregar Tacna y Arica a Bolivia, si ellos tomaban posesión final bajo el Tratado de Ancón, o en su defecto, un puerto adecuado para satisfacer las necesidades comerciales de Bolivia. Lo anterior, más otras condiciones aparecen en lo que se suponía iba a ser un tratado final negociado y ratificado oportunamente en Santiago. Bolivia sin embargo, añadió que este Tratado seguiría en suspenso hasta que Chile entregue Tacna y Arica a Bolivia. Esto no ha sido posible nunca, y el Tratado permanece en el "limbo".

Mientras tanto las recientes negociaciones entre Chile y Perú, de las cuales usted, ya tiene plena información que le fueron enviadas por las respectivas legaciones, parecen haber finiquitado totalmente la transacción anterior.

El Cónsul Greene se refiere a continuación a la reacción boliviana con las siguientes palabras:

"El fracaso, por parte de Chile de satisfacer las aspiraciones bolivianas, en adición a la remembranza de los eventos de 1879, ha acentuado el sentimiento amargo que los bolivianos sienten hacia Chile."

y se refiere el Cónsul entonces a su conocimiento y experiencia personal en la región, de la siguiente manera:

"Tengo un gran conocimiento de esta gente, adquirido desde 1878, cuando vine aquí, como Superintendente de la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta. Y repito que estoy seguro que este pueblo (Bolivia) está listo y urgiendo por una alianza con Argentina, con la seguridad de que los resultados de la guerra serán favorables a Argentina, que en forma secreta, se dice ha asegurado a Bolivia la restauración de su antiguo Litoral... por consiguiente Ud. debe entender el porqué Bolivia es un fuerte partidario de Argentina. Yo sé lo que digo, pues yo vine aquí cuando el Litoral estaba en manos de Bolivia. Yo personalmente he sido testigo de la ocupación de Chile y la organización de los ejércitos chilenos para maniobrar en el Perú y todo lo sucedido posteriormente ya es conocido por Ud.".

El Cónsul procede con detalle a describir los planes de defensa de Antofagasta, preparados por Chile, para el caso de una guerra contra Argentina, en alianza esta última con Bolivia. El Cónsul presenta también los posibles planes del ataque argentino y finaliza su informe reiterando que Antofagasta sería "el principal área de las operaciones y que de perder Chile su posesión, dado que las probabilidades eran totalmente favorables a Argentina, este país (Chile) también perdería el sitial que ocupaba hasta ese entonces, como una de las primeras potencias de Sudamérica."(15)

Con la situación internacional muy tensa, los presidentes de Chile y Argentina, decidieron a fines de 1898 llegar a un acuerdo conciliatorio en que una parte de las discusiones fronterizas se sometería a un fallo arbitral a ser dictado por Su Majestad Británica y la zona de la Puna de Atacama mediante un acuerdo directo a ser buscado en una Conferencia a reunirse en Buenos Aires. Cada país nombraría una delegación de cinco miembros y en caso de desacuerdo, los dos presidentes de delegación dirimirían las controversias en un Comité formado por los dos bajo la dirección del ministro americano en Buenos Aires, William J. Buchanan.(16)

El Departamento de Estado había enviado instrucciones al Ministro Buchanan el 29 de junio de 1898 para que expresara al gobierno argentino la preocupación de Washington sobre el posible conflicto armado entre Chile y Argentina.(17) Por esta preocupación, la Argentina, mediante su Embajador en Washington, García-Meroú, comunicó al Secretario de Estado, señor Hay, los fundamentos de un arreglo diplomático y posteriormente señaló que el arreglo sobre la Puna de Atacama se dirimiría a más tardar el 10 de marzo de 1899, bajo arbitraje obligatorio, a ser emitido por el Ministro Buchanan.

A su vez, el Ministro Buchanan, solicitó la autorización al Presidente americano para actuar como árbitro, la cual le fué concedida formalmente el día 23 de febrero de 1899.(18)

Las dos delegaciones, obviamente, no llegaron a ningún acuerdo y fué el Ministro Buchanan quién delineó la frontera en la Puna de Atacama, en base a los argumentos oficiales de Chile, presentados por Enrique Mac Iver; y de los argumentos de Argentina, presentados por José Evaristo de Uriburu. El fallo fué favorable a Argentina, y es importante señalar aquí, que el fallo del Ministro americano, reconoció los derechos bolivianos y la posición histórica de Bolivia en la Puna de Atacama, así como que los argumentos de Chile no tenían la base jurídica o histórica en el área de disputa, como sostenían sus plenipotenciarios.(19)

EL ULTIMATUM DE KONING

Al finalizar el siglo XIX la situación internacional de Chile había mejorado notablemente y por consiguiente, para este país, no era necesario el hacer mayores concesiones a Bolivia, en el arreglo final de la Guerra del Pacífico. Con el Perú se había firmado en fecha 8 de abril de 1898, el protocolo Billinghurst-Latorre, el mismo que estaba destinado a finiquitar la cuestión de Tacna y Arica. En la Argentina se había terminado la cuestión de la Puna de Atacama con el fallo del 10 de marzo de 1899 por el Ministro americano Buchanan. Chile necesitaba ahora solamente perfeccionar con un Acuerdo de Paz el Pacto de Tregua suscrito con Bolivia. A su vez, este país, se encontraba en una situación muy difícil con varios de sus vecinos y no podría oponer ninguna resistencia a Chile.

La difícil situación de Bolivia se certificó mediante nota de 3 marzo de 1899, del Ministro americano en La Paz, señor George Bridgman, quién denunciaba al Secretario de Estado el "peligro inminente de la desaparición de Bolivia, pues sería dividida entre Chile, que se quedaría con la principal parte, la Argentina y el Perú."(20) Días más tarde, el 8 de marzo de 1899, el Ministro Bridgman, reiteraba la denuncia anterior y añadía que "tropas chilenas estaban concentradas en la frontera" y que "el Presidente de Chile había sostenido secretas y prolongadas conferencias al respecto con un diplomático acreditado en La Paz."(21)

Teniendo a Bolivia bajo este ambiente de presión, el Presidente Errázuris, envió entonces a Bolivia como Ministro Plenipotenciario al político radical Abraham Koning, quien se había caracterizado en el Senado por su línea intransigente en defensa de los derechos de Chile sobre los territorios conquistados en la Guerra del Pacífico. El Presidente Errázuris decidió olvidar los Acuerdos de 1895 y replantear la posición del desaparecido Presidente Balmaceda, quién ya había planteado en 1890 la imposibilidad de conceder a Bolivia un puerto a cambio del Litoral y la necesidad de que Bolivia comprendiera que había perdido la guerra y en consecuencia también su Litoral; y que Chile más bien podría construir un ferrocarril de Arica a La Paz, como compensación a la transferencia definitiva que Bolivia haría del Departamento del Litoral, en su favor.

A modo de digresión, se recuerda que la proposición del Presidente Balmaceda, la trajo a Bolivia el emisario y diplomático chileno Angel Custodio Vicuña, quién la presentó en Sucre al Presidente Aniceto Arce, el que la rechazó y decidió apoyar posteriormente a los revolucionarios chilenos de Iquique, con la esperanza de encontrar una mejor solución para Bolivia. Derrocado Balmaceda, los gobiernos de Arce y Baptista negociaron entonces los Tratados de 1895, ya referidos anteriormente.

El nuevo Ministro Koning llegó a Bolivia en el año 1900, sin instrucciones detalladas, aunque sí contaba con las bases generales que Chile consideraba básicas para todo arreglo con Bolivia.

De acuerdo al Ministro americano en Santiago, señor Henry Wilson, el nombramiento de Koning para ir a la capital boliviana significaba "la intención del gobierno chileno para concluir definitivamente las diferencias con Bolivia; conclusión que eliminaría para siempre la afirmación de los derechos bolivianos a un puerto por cesión de territorios a Chile." Líneas más abajo, seguía Wilson: "Se da por sobreentendido que Koning lleva instrucciones de comunicar al gobierno boliviano, en forma clara e inequívoca, sobre las intenciones del Gobierno de Chile".(22)

El Ministro Koning, apenas llegó a La Paz, inició conversaciones al respecto y el gobierno boliviano le reafirmó su oposición a dichas bases chilenas de negociación.

El Ministro americano en La Paz, señor George Bridgman envió una nota al Secretario de Estado John Hay, fechada el 2 julio de 1900, en la que se incluía un Memorándum del Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, fechado en La Paz el 30 de junio de 1900, en el que se analizaba la situación del Litoral boliviano, ocupado por Chile; se presentaban las bases chilenas planteadas por el Ministro Koning que establecían que Chile otorgaría lo siguiente a cambio del Litoral boliviano:

"I-Un puerto libre para el comercio de Bolivia, el cual realmente significaba el libre tránsito - un derecho reconocido por todas las naciones II Pagar las obligaciones que pesan sobre el Departamento del Litoral.

III - Pagar a las compañías mineras chilenas, las indemnizaciones que Bolivia les debía por daños causados por la guerra.

IV - Pagar a Bolivia la suma de 6 millones de pesos chilenos para construcción de un ferrocarril, en territorio chileno, que uniría la costa con la frontera boliviana".

El Memorándum también planteaba que "el Gobierno boliviano estaba dispuesto a ceder el Departamento del Litoral, a cambio de una zona costera y apropiada sobre el Pacífico, con una extensión de 20 mil kilómetros cuadrados y una población de por lo menos tres mil habitantes." Que consideraba que esta pequeña extensión no demandaría ningún sacrificio o perjuicio a Chile o Perú, ya que ambos contaban con una considerable costa. Además, el Canciller boliviano establecía que la necesidad de un puerto para Bolivia, era indiscutible y que por derecho y necesidad, cualquier arreglo con Chile, debería garantizar una salida propia y soberana al Pacífico.(23)

La Legación americana en La Paz, envió el 1 de agosto de 1900, una nota al Secretario de Estado, transcribiendo la nota del Ministro de Relaciones Exteriores, fechada el 28 de julio de 1900, en la que se nominaba al diplomático Fernando E. Guachalla como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante Washington y Delegado a la Conferencia Panamericana que debía reunirse próximamente "en México u otra capital de América". Decía esta nota que el Ministro boliviano llevaba además instrucciones de hacer conocer que:

"...entre Bolivia y Chile se halla pendiente la cuestión relativa a saber cuál de los Estados y bajo que condiciones debe quedarse con dominio a perpetuidad del litoral boliviano, que comprende 158 mil kilómetros cuadrados, con una población de 32.000 habitantes, cuatro puertos, varias caletas, abundantes riquezas minerales y una renta oficial de Bs. 7,500,000 anuales. Chile que posee una inmensa costa pretende quedarse con estos territorios a título de conquista, privando a Bolivia de sus puertos y por consecuencia, de toda conexión política y comercial, libre o independiente con los Estados del mundo.

Bolivia se resiste a aceptar esta condición que causaría su aniquilamiento y ha exigido que por lo menos se le conceda un puerto para sus necesidades comerciales. y como Chile, se muestra tenaz y trata de hacer prevalecer sus exclusivas conveniencias, apoyado en la fuerza y en su poder militar, debido a los recursos que ha obtenido de los territorios conquistados del Perú y Bolivia, considera (mi Gobierno) esta conducta como violatoria del Derecho Internacional y contraria a todo principio de justicia."(24)

En la misma nota, el Canciller boliviano menciona entonces que:

"En la imposibilidad de oponerse y hacer valer sus derechos juzga que en conformidad con el derecho internacional puede legítimamente solicitar la mediación del Estado más poderoso de América, con el único objeto de que aquella cuestión sea transada de una manera equitativa."(25)

La nota continúa luego con una descripción de las relaciones de Bolivia con sus otros vecinos, especialmente con Brasil, mencionando el caso del Acre ya en disputa.

Una semana más tarde, el Congreso boliviano inauguró sus sesiones y el Presidente Pando presentó un mensaje a la nación, el mismo que fué transcrito íntegramente al Secretario de Estado por el Ministro Bridgman. En la parte referente a Chile, decía:

"Con la República de Chile se cultiva relaciones cordiales y Bolivia ha intentado inspirarse en la equidad y la moderación en sus cuestiones con aquel Estado. Es una aspiración vehemente, del Gobierno de Bolivia sustituir el oneroso Pacto de Tregua de 1884, con un Tratado de Amistad, Paz, Comercio y Límites. No obstante que las deliberaciones con el nuevo Ministro de Chile han tenido lugar en condiciones muy amistosas y que el Excelentísimo Señor Koning manifiesta verdadero interés por Bolivia, no ha podido llegarse a ningún acuerdo porque se ha rechazado la muy legítima exigencia de Bolivia, de que en compensación de su valioso Litoral, se le conceda por lo menos la Soberanía de un Puerto, para su comunicación libre e independiente con los demás Estados del mundo civilizado.

Corresponde a Bolivia dejar constancia de la buena voluntad con que fueron aceptadas, por el Gobierno de Chile, las gestiones relativas a la delimitación de fronteras en la Provincias de Lípez y Carangas, con las de Pisagua y Arica, planteadas en resguardo de la integridad territorial de Bolivia."(26)

En otra nota la Legación americana en La Paz enviaba al Secretario de Estado copia de la Memoria del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia enviada al Congreso Ordinario de 1900, donde se detallaban las relaciones del país, especialmente la negociación con Chile sobre el Departamento del Litoral. En dicha Memoria, el Canciller Eliodoro Villazón, detallaba el estado de la negociación, las bases presentadas por el Ministro Koning y la posición boliviana al respecto. Decía Villazón:

"Por consiguiente, se halla en las conveniencias bien entendidas de ambos Estados, definir las cuestiones emergentes de la Guerra del Pacífico, en condiciones que aseguren la paz y las buenas relaciones de amistad y comercio. Con este objeto se celebraron los Tratados de Mayo de 1895 y los protocolos complementarios del 9 de diciembre del mismo año y del 30 de abril de 1896...Los representantes diplomáticos de Chile, y muy especialmente el señor Salinas, hicieron promesa de que su Cancillería recomendaría al Legislativo la aprobación de estos protocolos... Han transcurrido cinco años y aquellos pactos han quedado abandonados y olvidados... Bolivia, en cambio de su valioso litoral, había propuesto las condiciones más equitativas, siendo una de ellas, y la principal, que se le concediera un puerto en el Pacífico, capaz de satisfacer sus necesidades comerciales. Esta condición era de vital importancia. Bolivia tiene derecho a su independencia política, comercial, y aduanera, y una larga y triste experiencia le ha enseñado que no la tendrá y quedará subordinada a la voluntad de sus vecinos si no conserva libre comunicación con los demás Estados del mundo.

Contra exigencia tan legítima, se ha pronunciado, últimamente, en contra la opinión del pueblo chileno y ha declarado por todos los órganos de publicidad, que no concederá a Bolivia un palmo de territorio en la costa... Su Excelencia, Representante de Chile, en conformidad con estas manifestaciones, ha presentado últimamente a nuestra Cancillería, nuevas bases de arreglo, que han visto materia de discusión, sin que se haya llegado a un acuerdo definitivo ... el dominio perpetuo de una zona de territorio, que comprenda uno de los puertos actualmente conocidos; la cual situada en la extremidad Norte de aquellas posesiones (de Chile), se extenderá hasta la frontera boliviana".

"No es un vano orgullo de poseer una estrecha faja de territorio sobre el Pacífico, lo que nos obliga a perseverar en esta condición, ni mucho menos el deseo de aumentar, por este medio, nuestro poder. Nuestra política es de paz y aspiramos a fundarla en condiciones "dignas y duraderas, que permitan a Bolivia dedicarse al trabajo con sosiego, una paz honrosa, permanente y que reporte utilidades para ambos pueblos ... Para poder alcanzar esta solución, es indispensable en nuestro concepto, que Bolivia conserve la posesión de aquella zona bajo su soberanía; lo que le permitirá establecer sus aduanas, exportar sus productos e importar los del extranjero, sin trabas, guías ni tornaguías reprimiendo el contrabando, sin tener en esta acción cuestiones odiosas ni la limitación de nuestra soberanía... La concesión de una zona de territorio a Bolivia, no es por otra parte una novedad, ni una exigencia de última hora. Ha sido aconsejada por los mismos estadistas de Chile, propuesta y defendida por la prensa y estipulada por pactos diplomáticos aprobados por el Gobierno de Chile, tales como los siguientes: El Tratado reservado de transferencia de territorios, celebrado en Santiago, el 18 de mayo de 1895, por el Ministro de Relaciones Exteriores, señor Luis Barros Borgoño y nuestro Plenipotenciario don Heriberto Gutiérrez.

El Protocolo, fechado en Santiago, el 28 de mayo del propio año, entre los mismos negociadores. El Protocolo del 9 de diciembre de 1895, celebrado en Sucre, entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, don Emeterio Cano y el Plenipotenciario de Chile don Juan G. Matta. El Protocolo, celebrado en Santiago, el 30 de abril de 1896, entre el Ministro de Relaciones Exteriores, señor Adolfo Guerrero y nuestro Plenipotenciario don Heriberto Gutiérrez, ratificando a nombre del Gobierno de Chile los pactos anteriores."(28)

Los mensajes de Pando y Villazón al Congreso, la correspondencia diplomática mencionada anteriormente y la opinión pública boliviana, demuestran la tenaz resistencia del país al enclaustramiento que Chile le había impuesto con la ocupación militar del Litoral.

El Ministro Abraham Koning luego de numerosas conversaciones con las autoridades bolivianas y demostrando su impaciencia (especialmente por lo que él llamaba la falta de realismo de los parlamentarios bolivianos, que como ya se vió, no aceptaban la idea del enclaustramiento) envió una famosa nota-ultimatum el 13 de agosto de 1900 reiterando la posición final del Gobierno chileno.(29)

Es necesario sin embargo remarcar algunos de los conceptos más importantes de esa nota-ultimatum. Dice Koning:

"No podemos esperar más. El gobierno y el pueblo de Chile consideran que han esperado con paciencia. Según nuestro criterio, las bases propuestas por Chile son equitativas, las únicas compatibles con la situación actual. Sería una verdadera desgracia que el Congreso boliviano pensara de distinta manera."

y refiriéndose al derecho del vencedor, Koning planteó que:

"Terminada la guerra, la nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de los gastos ocasionados. Bolivia fué vencida, no tenía con qué pagar y entregó el Litoral. Esta entrega es indefinida, por tiempo indefinido; así lo dice el Pacto de Tregua: fué una entrega absoluta, incondicional, perpetua.

En consecuencia, Chile no debe nada, no está obligado a nada, mucho menos a la cesión de una zona de terreno y de un puerto."

Y al negar los derechos argumentados por el Congreso y opinión pública boliviana el ministro chileno arguyó que:

"Es un error muy esparcido y que se repite diariamente en la prensa y en la calle, el opinar que Bolivia tiene derecho de exigir un puerto en compensación de su Litoral. No hay tal cosa. Chile ha ocupado el Litoral y se ha apoderado de él con el mismo título que Alemania anexó al imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título con que los Estados Unidos de la América del Norte han tomado a Puerto Rico. Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones.

Que el Litoral es rico y vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale: que si nada valiera, no habría interés en su conservación."

El Ministro Koning, presentó las bases chilenas para el Tratado de Paz, las mismas que reflejaban las instrucciones de Errázuris y eran como ya se dijo anteriormente, prácticamente las mismas que sostenía en 1890 el gobierno de Balmaceda. Estas bases decía Koning:

"propuestas y aceptadas por mi país y que importan grandes concesiones a Bolivia, deben ser consideradas no sólo como equitativas, sino como generosas".

El gobierno boliviano se estremeció por el tono altanero de la nota. La Cancillería optó por guardar silencio y la distribuyó en forma confidencial a otras cancillerías del hemisferio en busca de consejo y a fin de palpar la opinión continental sobre la misma.

El Ministro americano transcribió al Departamento de Estado una traducción de la nota ultimátum de Koning, nota del 18 de septiembre de 1900.(30)

El gobierno chileno, se sintió avergonzado con el tono de lo que empezaba a llamarse "el brulote Koning" y distribuyó una nota circular dirigida a todas las cancillerías del continente, con fecha 30 de septiembre de 1900 y en la que se resumía la posición chilena sobre el conflicto con Bolivia y la situación de las negociaciones para un acuerdo de paz. Asimismo, Chile desautorizaba el tono altanero y la impaciencia de la nota de Koning pero sí mantenía las mismas "bases de paz" propuestas por su Ministro en La Paz. Al respecto el Ministro Bridgman informó al Secretario de Estado el 2 de octubre de 1900 que el tono de la nota Koning no tenía el respaldo del Gobierno chileno, el mismo que la desautorizaba, para evitar complicaciones en las negociaciones.(31)

El Gobierno boliviano rechazó la nota de Koning, mediante nota del Canciller Villazón suscrita el 15 de octubre de 1900. Asimismo, envió una nota-circular a las cancillerías del hemisferio el 25 de enero de 1901, respondiendo a la circular chilena del 30 de septiembre ya mencionada. El Ministro Koning fué llamado discretamente por Chile el 13 de noviembre de 1900.(32)

El Ministro Henry Wilson, informó desde Santiago sobre el impacto del ultimátum Koning en dicha capital. En este sentido decía Wilson:

"Después de repetidas e infructuosas conferencias entre el Ministro chileno (Koning) y la Cancillería boliviana en La Paz, el Ministro envió a dicha Cancillería una nota en la cual resumía el caso chileno, ofrecía ciertas concesiones - mayormente de carácter financiero - y negaba en forma categórica el derecho de Bolivia a una salida al mar, y menos el contemplar una cesión de una porción territorial de las provincias de Tacna y Arica. La nota del señor Koning fué excesivamente poco diplomática en tono y prolífera, con frases demasiado duras y amenazadoras."(33)

A continuación, el Ministro americano se refiere al éxito diplomático boliviano al aislar a Chile, mediante el uso de la nota de Koning, lo que motivó el Memorándum chileno de 30 de septiembre de 1900, ya mencionado anteriormente. El Ministro americano enfatiza que de todas maneras, Chile había sentado las bases definitivas para un arreglo con Bolivia, las que no cedería en ningún caso, en futuras negociaciones. Concluye su informe, el Ministro Wilson justificando la posición chilena y criticando a Bolivia, por sus características nacionales y étnicas.(34)

La situación boliviana-chilena fué considerada crítica por la opinión pública y diplomática norteamericana, pues una publicación especializada decía que: "El Congreso de Bolivia, en sesión secreta, ha rechazado la propuesta de Chile para un arreglo de la antigua disputa sobre el Litoral boliviano ocupado por Chile después de la última guerra. Se teme que la negativa boliviana - a aceptar las bases de Koning -(35) pueda llevar a una reanudación de las hostilidades. El hecho que Chile haya adoptado recientemente la conscripción obligatoria, al estilo prusiano, brinda apoyo a esta posibilidad".(36)

La Cancillería boliviana instruyó nuevamente a su Representante en Washington, Fernando Guachalla, buscar la mediación americana para encontrar una solución equitativa en la controversia boliviano-chilena. El Ministro Guachalla habló con el Secretario de Estado John Hay sobre este problema y le entregó una nota fechada en Washington el 4 de diciembre de 1900 con el siguiente tenor:

"Tuve la honra de manifestar a Vuestra Excelencia que mi Gobierno desea poner término, por su parte, a las cuestiones con Chile, emergentes de la guerra del Pacífico, de una manera decorosa y equitativa, confiando la solución final al arbitraje, cuyo fallo imparcial sellaría la paz entre los pueblos de la América del Sur interesados en tales cuestiones.

Expresé también que para llegar a este resultado, sería eficaz y en mi concepto decisiva, la influencia moral del Gobierno de los Estados Unidos que, por el merecido puesto que ocupa en la América, estaba llamado a prestar su concurso en favor de la confraternidad de todos los pueblos del continente.

Debo agregar ahora que, no siendo aceptadas las proposiciones que el Representante de Chile hizo a mi Gobierno para acordar un tratado definitivo de paz, ha llegado, a mi juicio, el momento oportuno para solicitar en nombre de mi Gobierno, la mediación de V.E. a fin de conseguir que estas cuestiones, sin posible solución por hoy, sean sometidas al arbitraje tantas veces invocado por los Estados Unidos."

Para apoyar este pedido, el Ministro Guachalla, adjuntó a su nota un Memorándum con las consideraciones en las que Bolivia exponía sus fundamentos para una mediación de los Estados Unidos en el diferendo con Chile, el Ministro Guachalla hizo llegar además el mismo día al Secretario de Estado, una copia de la nota de Koning con su respectiva traducción al inglés.(37)

La propuesta boliviana para la mediación americana para lograr un arbitraje, se apoyaba en el interés demostrado por los Estados Unidos en promover el movimiento panamericano que se gestaba ya desde las gestiones de Blaine, movimiento que era rechazado por Chile, pues contradecía su política exterior; la que estaba solamente dirigida a consolidar sus conquistas territoriales. La solicitud boliviana, fué utilizada por el Departamento de Estado, para conseguir la participación y apoyo condicionado de Chile al Congreso panamericano, y que los Estados Unidos había convocado. Chile rechazó la posibilidad de una mediación americana, pues sostenía que podía arreglar el diferendo con Bolivia, en forma bilateral y sin intervención de terceros, a la vez que consolidó su posición de integrarse al movimiento panamericano en el entendido que toda mención o rechazo al uso de la fuerza y la conquista territorial en el hemisferio, se refería únicamente al futuro y no se aplicaba expresamente a la Guerra del Pacífico, o a sus diferendos territoriales con Perú o con Bolivia. Chile argumentó además, que los Estados Unidos ya tenían un rol importante e imparcial que jugar en la solución a la Cuestión de Tacna y Arica y que, en consecuencia, no debería involucrarse en el diferendo chileno-boliviano.

Bolivia fundamentaba la mediación americana apoyándose en el liderato moral que Estados Unidos debería ejercer en la región. A principios del siglo XX, los Estados Unidos no tenían intereses económicos o políticos en Bolivia, pero sí en Chile, aunque la diplomacia boliviana ignoró o pretendió ignorar este hecho. El Departamento de Estado decidió no intervenir en la controversia, a fin de garantizar su independencia de acción en la Conferencia Panamericana que preparaba, y porque consideraba que toda mediación debía ser solicitada y contar con el acuerdo de ambas partes. Chile se oponía a la mediación y la diplomacia americana no tenía interés en ese entonces, de antagonizar con dicho país.

De ahí que el Secretario de Estado declinó la mediación solicitada con nota de 11 de diciembre de 1900, la misma que en sus partes principales dice lo siguiente:

"...Al llamar nuestra atención a este asunto, Usted expresa su creencia que la influencia moral del Gobierno de los Estados Unidos pueda ejercerse para la satisfacción de los deseos de Bolivia, de que estas cuestiones puedan arreglarse decorosa y equitativamente, mediante un arbitraje imparcial que permita establecer la paz entre los estados sudamericanos interesados..."

"El Gobierno de los Estados Unidos ha expresado, en muchas ocasiones su ardiente, deseo que la paz y la armonía prevalezcan entre los países con los cuales mantiene relaciones amistosas, especialmente las repúblicas del continente Americano...

...Aunque nuestros buenos oficios están en cualquier momento disponibles para nuestras hermanas repúblicas, para ayudarlas a componer sus disputas, sostenemos que no es de nuestra incumbencia intervenir en el ajuste de problemas que involucran sus derechos soberanos en las relaciones que guardan entre sí.

Aunque lamentamos y sentimos profundamente cualquier causa que las divida, nos abstenemos de formar un juicio sobre los méritos de dichas diferencias o el de propiciar la causa de un estado contra otro, pues eso implicaría el menoscabar la franca imparcialidad, que es necesaria para mantenernos listos a prestar nuestra asistencia amigable, a fin de lograr un acuerdo, siempre que tengamos la seguridad que nuestro consejo o nuestros servicios serán aceptables para todas las partes involucradas...

...Apoyados en estas líneas de acción política y en nuestros propósitos de equidad, no es compatible para nosotros entonces, el examinar en este momento los méritos de la controversia a la que Usted nos ha llamado la atención. Es suficiente saber que ciertas repúblicas americanas, Bolivia entre ellas, están divididas en definir la naturaleza de los arreglos pacíficos, ya sea por negociación o por arbitraje, este como último recurso. Nosotros daríamos la bienvenida a cualquiera de esas soluciones, prestando nuestra asistencia imparcial a un arreglo legítimo, siempre que los contendientes la deseen...(38)

La pretendida imparcialidad de la diplomacia americana, de hecho favorecía únicamente a Chile, y dejaba a Bolivia a total merced del vencedor. El Secretario de Estado, John Hay, transcribía a la Legación boliviana, copia de su nota al Gobierno chileno el 3 de enero de 1901.

Unos meses más tarde, el gobierno peruano, mediante nota circular de 26 de mayo de 1901, hacía llegar al Departamento de Estado una denuncia sobre la propuesta del gobierno chileno para "polonizar" Bolivia. Decía el Canciller Felipe de Osma, que el Ministro chileno en Lima, Angel Custodio Vicuña, había planteado el pasado 21 de septiembre de 1900, al Presidente peruano Don Eduardo Romaña, la renuncia peruana a Tacna y Arica, las que quedarían definitivamente en poder de Chile, a cambio de repartirse el territorio boliviano entre Chile y el Perú, mediante una acción conjunta ejecutada por los dos países.(39) La proposición chilena presentada por el Ministro Vicuña al gobierno peruano, luego de cinco semanas de la nota Koning presentada a Bolivia, mostraba la verdadera dimensión del problema y de la acción combinada de los diplomáticos chilenos para obligar a Bolivia a aceptar su mediterraneidad. El Departamento de Estado se limitó a recibir la nota peruana y no tomó ninguna acción al respecto.(40) Sin embargo, el Congreso americano y círculos diplomáticos manifestaron su preocupación por la "propuesta chilena para la partición de Bolivia", que decían conocer de fuentes oficiales (Departamento de Estado) y que se había conocido el 19 de junio de 1901. Asimismo destacaban el enérgico rechazo del Perú, a la propuesta chilena, manifestada en la decisión de haber pedido el retiro del Ministro chileno en Lima.(41)

ESTADOS UNIDOS ASESORA A CHILE

EN EL LIBRE TRANSITO PARA BOLIVIA

El Consulado norteamericano en Antofagasta, como ya se dijo anteriormente, tenía como una de sus principales funciones, el estudiar e informar sobre el comercio exterior de Bolivia; esto en consideración a que era el principal puerto de importaciones y exportaciones de esta nación. Como parte de esta rutina, el Cónsul americano informaba anualmente sobre los datos estadísticos de carga que pasaba por Antofagasta y otros puertos hacia y desde Bolivia. De la misma manera, se informaba sobre las recaudaciones de la Aduana boliviana por diferentes puertos y diferentes tipos de mercadería. Las cifras enviadas por el Cónsul americano, además de proporcionar la información, nos atestiguan el valor que este puerto tuvo siempre en el desarrollo económico de Bolivia.(42)

A principios del siglo XX, el gobierno de Estados Unidos decidió promover activamente en el resto del mundo el uso de puertos libres, como una forma de apoyar la expansión de su comercio y el libre cambio. El Departamento de Estado envió instrucciones al respecto, el 17 de abril de 1902, a sus consulados, para pedirles información sobre la existencia de puertos libres de libre tránsito, o posibilidades de promoverlos en sus respectivas áreas de jurisdicción.

El Cónsul americano en Antofagasta informó al Departamento de Estado con nota de 10 de junio de 1902, que en su distrito consular no existían puertos libres; sin embargo de llegarse a un acuerdo de paz entre Bolivia y Chile, podría - tal vez - lograrse que Antofagasta se convirtiera en un puerto libre con una aduana común de carácter binacional que beneficie a Chile y a Bolivia, que para ese entonces no contaba con plenas facultades aduaneras en ningún puerto.

Unos días más tarde, el 18 de junio de 1902, el Cónsul americano, señor Greene, se dirige nuevamente al Departamento de Estado, en una nota enviada al Sr. Herbert H. Pierce, Asistente del Secretario de Estado haciéndole un recuento de las condiciones de Antofagasta y las posibilidades de conseguir un puerto libre o promover el libre tránsito en ese puerto.

El señor Greene dice:

"...La mayor parte de las mercaderías para Bolivia son desembarcadas aquí. Los métodos utilizados en el manejo de la carga de Bolivia, "en tránsito" son insatisfactorios y se ha propuesto su debida reforma. Con el arreglo de las diferencias entre Chile y Argentina, necesariamente se deberá encarar una solución al tránsito de carga a Bolivia.

En vista de lo anterior, el Jefe de Aduana de Antofagasta, está preparando un proyecto para presentarlo a su gobierno (Chile)."

El Cónsul se refiere entonces, a su conversación con el Jefe aduanero sobre la circular americana de puertos libres y de libre tránsito y transmite el pedido de este jefe así:

"A este respecto me ha pedido que solicite al Departamento de Estado, copias de las leyes y métodos del "moduss operandi" que regula el sistema del libre tránsito para facilitárselas".

A continuación sigue el Cónsul:

"El Jefe de la Aduana en Antofagasta... correctamente infiere el inmenso volumen de bienes de América y del Asia que cruzar por Antofagasta (hacia Bolivia) y para lo cual debe prepararse un sistema perfecto de aduanas... por supuesto, un sistema común de aduanas entre Chile y Bolivia, con una división equitativa de recepción y despacho sería la solución propia, pero esto parece impracticable y en consecuencia un sistema apropiado de libre tránsito es lo que posiblemente se obtendrá."(43)

El Cónsul Greene reiteró que al anunciarse el protocolo de arreglo entre Chile y Argentina de someter su diferendo fronterizo al arbitraje británico a dictarse en 1903, Bolivia, había retrasado el arreglo con Chile, por que esperaba la intervención argentina para devolverle Antofagasta, no tendría más remedio que aceptar un arreglo con Chile, y libre tránsito era la única solución para compensarle la falta de puertos propios. Por consiguiente, recomendaba el atender preferentemente el pedido del Jefe de la aduana chilena de Antofagasta, quien demostraba gran interés en la documentación y material necesarios para perfeccionar un sistema de libre tránsito.

El Departamento de Estado envió inmediatamente la documentación respectiva al Cónsul americano en Antofagasta para su entrega a las autoridades chilenas. El Cónsul acusó recibo el 9 de agosto de 1902 por el envío oportuno y pidió alguna información adicional. Nuevamente con nota de 20 de octubre de 1902, el Cónsul agradeció al Departamento de Estado por el envío del material, el que había sido muy útil a las autoridades de la aduana chilena de Antofagasta.(44)

El Cónsul Greene escribió al Secretario de Estado el 27 de septiembre de 1902, informando que se había entrevistado con el plenipotenciario chileno Beltrán Mathieu, quién pasó por Antofagasta en viaje hacia La Paz.

El diplomático chileno le había revelado que llevaba consigo un borrador del Tratado de Paz con Bolivia, el que contemplaba la construcción de un posible ferrocarril de Arica a La Paz, o la extensión del ferrocarril de Antofagasta a La Paz, en compensación a Bolivia, por la pérdida del Litoral.

El borrador del Tratado contemplaba además, el uso del libre tránsito.

Dos meses más tarde, el 27 de noviembre de 1902, el Cónsul informaba una vez más, de las gestiones de paz que Chile llevaba con Bolivia y le decía al Secretario de Estado:

"Aunque Usted, seguramente por los canales regulares de las Legaciones en Santiago y La Paz, ya habrá recibido el borrador de arreglo entre Bolivia y Chile, espero que Usted no se moleste, que yo le mande copia del diseño preparado por la Compañía del Ferrocarril Antofagasta-Bolivia, en la que se muestra los posibles ferrocarriles de la costa a Bolivia, de los que Chile propondrá la construcción de uno de ellos, en lugar de entregar (a Bolivia) un puerto en la costa del Pacífico...Ellos son Arica-La Paz, Iquique-Bolivia y la prolongación del ferrocarril Antofagasta-Oruro hasta La Paz."(45)

El Cónsul Greene, hizo coincidir los intereses americanos de promover en el mundo puertos libres o sistemas de libre tránsito con los intereses de Chile, de perfeccionar un sistema de libre tránsito para Bolivia, como un componente de un Tratado de Paz. El Señor Greene, el primer Cónsul americano en Antofagasta, ciudad a la que llegó cuando la misma pertenecía a Bolivia, mostró siempre su interés por confirmar la íntima relación de éste puerto con Bolivia.

SOLUCION A LA RECLAMACION DEL CASO SPORTSMAN

La reclamación del Sportsman quedó incorporada al conjunto de reclamaciones y demandas de ciudadanos y compañías americanas contra el Gobierno de Chile, que el Gobierno americano apoyó tenazmente, muchas veces empañando las relaciones entre esos dos países. (Sobre antecedentes en el caso Sportsman, véase el capítulo 4)

Finalmente y luego de innumerables presiones, Chile aceptó la creación de una Comisión Arbitral entre Chile y los Estados Unidos, al margen del sistema judicial chileno; la que se denominó Comisión de Reclamaciones entre Chile y los Estados Unidos, que se reunió durante 1900 para dilucidar más de medio centenar de reclamaciones contra Chile que se dieron entre 1850 y 1896. La Comisión estuvo presidida por un jurisconsulto suizo como presidente y dos vocales, representando uno a Chile y el otro a Estados Unidos.

La reclamación del Sportsman se inscribió bajo dos demandas, una presentada por la firma Alsop y Cía., que fletó el barco, y otra por la firma Grant Walker, propietaria del barco. Cada demanda fué presentada por la suma de $35,593.75 dólares americanos, más el interés anual del 6% sobre dicha cantidad a computarse desde el 7 de diciembre de 1857 hasta el día del pago.

La Comisión solo consideró la reclamación de la firma propietaria del Sportsman, "Grant Walker, ya que la firma Alsop, en ese entonces en disolución, desistió en base a dos argumentos. Los sucesores chilenos de la firma prefirieron un arreglo directo con el gobierno de Chile; y los sucesores americanos prefirieron dedicar toda su atención y la protección americana a su otro reclamo millonario contra Chile, sobre posesiones mineras y pérdida de recaudaciones aduaneras, debido a la ocupación chilena del Litoral boliviano. (Sobre el caso Alsop y Cía. ver el capítulo .7).

El caso Sportsman se dilucidó 44 años después de ocurrido y luego de importantes eventos que modificaron el contexto histórico de la misma reclamación. La demanda de Grant Walker versus Chile, fué el número 31 de la Comisión y mereció el fallo número 6 del 2 de marzo de 1901. Este fallo tiene también un interés histórico, más allá del contenido sustantivo del mismo, pues los alegatos de Chile y del demandante proporcionan una valiosa contribución histórica sobre los argumentos de Bolivia y Chile en torno al territorio del Litoral boliviano. Por consiguiente, a continuación transcribimos extractos de dicho caso.(46)

El gobierno chileno y la Comisión definieron el caso de la siguiente manera:

"En junio de 1857, el buque Sportsman que a la sazón pertenecía a Walker & Brother y Pierce & Company, cuyos representantes son los reclamantes del Caso No.31, al mando de William Thompson, fué fletado por la sociedad Alsop y Compañía de Valparaíso, cuyos representantes son los reclamantes del caso No.26. El buque de bandera americana y como de 600 toneladas, debidamente registrado en el puerto de Nueva York y tanto sus dueños como su capitán eran ciudadanos americanos.

Con arreglo a los términos del contrato de fletamento dicho buque había de cargarse con su cargamento de provisiones para Cobija, Mejillones, Gualaguala, Gatico y Tames, en la República de Bolivia, y para otros lugares; había de disponer de su cargamento de provisiones en dichos puertos y entonces cargarse de mineral de cobre, etc., para ser conducido a los Estados Unidos.

Zarpó de Valparaíso y fué a Cobija, puerto habilitado de Bolivia, donde obtuvo una licencia en debida forma del Gobierno de Bolivia para hacer escala y comerciar en los puertos antes mencionados, así como en el puerto de Santa María (aunque dicho puerto de Santa María no se mencionó en el contrato de fletamento) y también tomó a bordo a un oficial de aduana boliviano, siendo así que algunos de los puertos mencionados en su contrato de fletamento no eran puertos habilitados, y que no había empleados de aduana ni de renta en dichos puertos. Entonces el buque siguió a Gatico y tomó a bordo parte de su cargamento, pero como no pudo obtener un cargamento en el puerto de Santa María situado a 23° y 27° latitud sur, salió para dicho puerto donde llegó e hizo ancla en la bahía conocida como Bahía de la Constitución, o Bahía de Santa María, el 19 de Agosto de 1857. En seguida empezó a cargar una parte del mineral de cobre. Al día siguiente, después de haber cargado una pequeña parte de su cargamento (como 25 quintales), la corbeta de vapor Esmeralda, perteneciente a la marina chilena, entró en la bahía. Parece que durante el verano de 1857 la aduana de Caldera, en la República de Chile, había tenido noticias de que a lo largo de la costa del desierto de Atacama (que se extiende desde 23° a 26° latitud sur), se hacía un gran negocio secreto en los puertos inhabilitados i el intendente había pedido al Gobierno de Chile que le enviase una fuerza para vigilar aquella parte de la costa de la República. El gobierno puso a la disposición del Intendente la corbeta Esmeralda i ordenó que se hiciese a la vela a lo largo de la costa de Atacama. En la mañana del 20 de agosto de 1857, este buque ancló en la Bahía de Santa María o Bahía de la Constitución, situada como a unas 30 millas al sur del puerto de Mejillones. Allí fondeó el Sportsman i al establecerse la debida investigación, su capitán declaró al Comandante de la Esmeralda que estaba cargando metal sin el debido permiso de las autoridades chilenas, pero con un permiso de Bolivia expedido por las autoridades del puerto boliviano de Cobija. Cuando se tuvo conocimiento de esta explicación i se probaron los hechos, el Comandante de la Esmeralda le manifestó al Capitán del Sportsman que la Bahía de Santa María era territorio chileno, i que por tanto no era lícito que sin permiso expedido por las autoridades chilenas traficase en aquel puerto; que la infracción de esta regla podía sujetar a su buque i cargamento a una grave responsabilidad, a menos que se presentase una razón o excusa aceptable a las autoridades chilenas; i que a fin de presentar esta justificación era necesario que el Sportsman fuese a Caldera, que era el puerto más próximo, donde residían las autoridades que podían juzgar su conducta.

El capitán Thompson del Sportsman se negó a cumplir dicha orden i prometió descargar el mineral que se había cargado en Santa María y abandonar el puerto. El Comandante Goni de la Esmeralda dijo que no podían consentir que se siguiese este curso, por cuanto no tenía autoridad para juzgar el caso, el cual, con arreglo al derecho chileno, tenía que ser juzgado por el Gobernador de Caldera. En seguida volvió a suplicar al Capitán Thompson, i entonces la Esmeralda siguió a Caldera con el Sportsman a remolque. El progreso en la travesía de esta manera fué muy lento y el viaje a Caldera duró cuatro días, siendo así que los buques llegaron allí el 28 de agosto de 1857.

A su llegada el Comandante Goni en seguida comunicó todos los detalles del caso al Gobernador de Caldera, i este inmediatamente transmitió los hechos al Intendente de la Provincia. El Intendente practicó un examen, cuyo resultado fué que aparecía que aunque el Capitán había cometido al parecer una infracción de la ley, sin embargo él no tuvo intención ni propósito de infringir dicha ley.(47)

y la reclamación de los demandantes se fundamentó en lo siguiente:

"1°.Que el secuestro del Sportsman y los otros actos de los cuales se presentan quejas, no tuvieron lugar dentro de la jurisdicción de Chile.

2°.Que aun cuando el secuestro hubiera tenido lugar dentro de la jurisdicción, las autoridades chilenas no tenían ninguna razón legal ni justificación posterior para efectuar dicha presa."(48)

La Comisión debió definir primero:

"si el puerto i bahía de Santa María, donde se efectuó la presa, estaban dentro de los límites territoriales o marítimos, o bajo el dominio de la República de Chile, en la fecha en que se verificó dicha presa."

Al respecto dice la Comisión que:

"Es innegable que el puerto de Santa María está situado en la costa de la América del Sur como a 23° a 27° latitud sur.

Los límites exactos entre Chile i Bolivia parecen haber sido objeto de una disputa desde época muy remota. Asevera Chile que desde el período de su colonización, es decir, hace 350 años, el límite del norte de Chile era el paralelo 23 latitud sur. Por otra parte, Bolivia dice con igual confianza, que desde los tiempos más remotos el límite sur de Bolivia se extendía hasta el río Salado, como a 26° latitud sur. El territorio que se extiende entre los 23° i los 26° se conoce como el Desierto de Atacama.

Cuando las repúblicas Sud Americanas se consagraron como naciones independientes, proclamaron el principio de que sus límites serían los mismos que cuando eran colonias, el cual principio en el derecho público de aquel continente se conoce por la fórmula del uti possidetis de 1810.

Parece que Chile, con el arreglo al uti possidetis de 1810, pretendió tener soberanía sobre el territorio sur del paralelo 23, desde los límites del Pacífico hasta el divortia aquarum en la Cordillera de los Andes, por pertenecer a la presidencia i capitanía-general de Chile cuando se independizó de España.

Confiando i fundándose en el mismo principio, Bolivia sostenía que perteneció primero a la Audiencia de Charcas, i después a la Provincia de Potosí el mismo territorio hasta una distancia al sur que llegaba al Puerto de Paposo, sobre el paralelo 25.

Ambas repúblicas declararon que sus títulos de dominio eran buenos, finalmente, por virtud de tratados celebrados en 1866 i 1874 convinieron en dividir entre ellas el territorio disputado, adoptando como su límite el paralelo 24 desde el Pacífico hasta el divortia aquarum de la Cordillera de los Andes, a condición, no obstante, de que Bolivia no aumentaría el derecho exportación existente sobre minerales, ni impondría nuevas contribuciones a los ciudadanos de Chile dentro de los paralelos 23 y 24".(49)

Luego la Comisión recuerda que:

"En 1878 Bolivia promulgó una lei imponiendo un nuevo derecho de exportación a los nitratos producidos en dicho territorio i se negó a la petición que Chile le hizo para que revocase dicha lei. En seguida, en 1879, Chile declaró que los tratados desde aquella fecha quedaban sin vigor i que los derechos de soberanía de Chile sobre el territorio comprendido dentro de los paralelos 23 i 24 desde aquella fecha se renovaban o reivindicaban. En seguida se enviaron tropas chilenas a dicho territorio las fuerzas de Bolivia fueron derrotadas, i el dominio soberano renovado de Chile sobre el territorio al sur del grado 23 vino a ser completo.

Tales han sido, en pocas palabras, los derechos que las dos Repúblicas pretenden tener al territorio disputado, que se extiende entre los grados 23 i 26, dentro de los cuales se encuentra la Bahía de Santa María."(50)

La Comisión añade que no le toca a ella misma aclarar una cuestión de límites, sino más bien si la acción de Chile en el secuestro del Sportsman se había efectuado en territorio donde Chile decía tener jurisdicción. Al respecto la Comisión transcribe las posiciones posteriores del Gobierno chileno, fundamentadas en la ley del 31 de octubre de 1842, que había determinado unilateralmente que el territorio hasta el grado 23 Sur, incluyendo Mejillones, estaba bajo jurisdicción de Chile.

La Comisión luego considera que:

"Aunque en 1857 Bolivia todavía alegaba vigorosamente tener derecho al territorio disputado, i había expedido previamente cierto número de licencias para el guano i explotación de minas en aquel, sin embargo no aparece que más allá de estos actos hubiese hecho que su ocupación fuese efectiva."(51)

Luego de varias consideraciones jurídicas sobre la "posesión de territorios" y el hecho que el territorio en disputa posteriormente quedó en la posesión de Chile, la Comisión dictaminó un fallo, con el voto del Presidente J.B. Pioda, comisionado de Suiza y el representante chileno C. Morla Vicuña, mientras el comisionado americano votó en minoría en forma disidente al fallo.

El fallo establecía que:

"Que la captura del Sportsman habiéndose verificado por haberse violado las leyes de aduana chilenas debidamente sancionadas, dicha captura era legal por parte de las autoridades chilenas.

Que habiendo la expresada infracción ocurrido en tiempo de paz i habiéndola confesado el Capitán del Sportsman, las autoridades chilenas tenían poder i potestad para perdonar la pena ir poner en libertad al Sportsman, sin someter la causa al fallo de los tribunales.

El Comisionado americano William G. Gage no estuvo de acuerdo y pidió se transcribiese - in extenso - su opinión disidente el la cual él establecía:

"No puedo estar de acuerdo con la conclusión de mis Honorables colegas en cuanto a este caso, i no puedo aceptarla por las razones que a continuación se expresan.

Los reclamantes son representantes de ciudadanos americanos que poseían el buque Sportsman de Boston, Estado de Massachusetts al mando del Capitán Thompson, en la época en que ocurrieron los daños cuya reparación se solicita. En julio de 1857, el buque fué fletado i tomó a bordo un cargamento de provisiones en Chile para Cobija, Mejillones, Gualaguala, Gatico i Tames, en Bolivia, i algunos puntos del Perú, en los cuales había de cargar nitrato de soda i mineral de cobre para conducirlo a puertos de los Estados Unidos. Después de vender las provisiones, obtuvo una licencia en Cobija de Bolivia para cargar minerales en el puerto de Santa María i otros puertos en los cuales no había oficiales de aduana, i por consiguiente tomó a bordo un oficial de rentas de Bolivia."(53)

A continuación el Sr. Gage hace un recuento en detalle de lo sucedido al Sportsman, repitiendo algunos de los argumentos americanos, ya presentados anteriormente en el capítulo cuarto de este libro.

Sin embargo, vale la pena transcribir partes de la posición americana:

"En cuanto al Título del territorio, encontramos lo siguiente:

En la Constitución de Chile de 1822, se dijo:

"El territorio de Chile se designa por límites naturales * * * Por el norte por el desierto de Atacama, etc."

Esto significa que Chile termina donde el desierto comienza, a saber: en el Río Salado, el cual algunas veces se sitúa en Chañaral, latitud 26° 20' sur, i algunas veces en Paposa, latitud 25° 45' sur. La Constitución de 1833 dice que Chile se extiende desde el desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos i el tratado de paz celebrado con España en 1844, dice lo mismo. Por consiguiente, compete al demandado demostrar que tenía posesión no disputada de dicho territorio por una serie de años, o que había adquirido el puerto de Santa María i el territorio que había reclamado como suyo hasta el grado 23 sur, por medio de conquistas o de tratados, puesto que no podía en aquella fecha adquirirlo por medio de un descubrimiento. El demandado no ha podido mostrar absolutamente que adquirió título de propiedad a dicho territorio de una manera u otra.

Sin embargo, se alegó a favor del gobierno demandado que: "Cuando las repúblicas Sudamericanas se convirtieron en estados independientes, proclamaron el principio de que sus límites serían los mismos que cuando eran colonias, i este principio se conoce en el derecho público del continente por la fórmula del uti possidetis de 1810." I varios mapas e historias de fecha anterior al siglo diez y nueve, se citaron para apoyar su argumento de que el Reinado de Chile original se extendía al norte hasta el grado 23 latitud sur. Al examinar los documentos presentados en apoyo de este argumento, encontramos un mapa del Reinado de Chile, que el Gobernador de Chile a la sazón, envió al Gobernador de Chile a la sazón, envió al Gobierno español 27 de abrir de 1761, el cual era muy minucioso i estaba dividido en provincias en 10 hojas incluyendo en los límites de Chile la ubicación del Desierto de Atacama al sur de el paralelo 24°37'. Aparece además de estos documentos que en 1803 una Patente Real ordenó que el desierto de Atacama se incorporase en lo porvenir en el Perú, después de lo cual no se efectuó ningún cambio en este particular hasta la fecha en que Chile se separó de España. En 1844 por virtud de su tratado de independencia con España ambos reconocieron que el desierto de Atacama era su límite natural por el norte, i como ya hemos visto, este límite sur del desierto no se extendía hacia el norte mas del 25°45'. De esta manera este tratado viene a ser una prueba concluyente de que ambos países reconocieron que los límites de Chile "como una colonia" no se extendían más allá hacia el norte de 25°45'.

¿Qué muestra pues el expediente en cuanto a la posesión del demandado del territorio disputado?.

El demandado no tenía posesión por sus autoridades militares o civiles.

No había ningún empleado de aduana ni ningún otro funcionario de Chile en Santa María ni próximo a ella. Los funcionarios chilenos mas próximos se hallaban en Caldera com a 27° sur.

Lo más que se alega es que por virtud de ciertos actos del Congreso chileno i ciertas declaraciones hechas por algunos de sus funcionarios, ella pretendía tener derecho a este territorio. Esto, sin embargo, no le concede título de dominio ni posesión. No constituye una justificación mostrar simplemente que ella pretendía tener título de dominio, sino que es necesario mostrar que realmente lo tenía, o por lo menos una posesión no disputada de este puerto en la fecha en que efectuó la captura del Sportsman. No importa en quién recaía la posesión o el título, a menos que demostrase que lo tenía. En mi opinión ella no ha podido hacerlo. Las repúblicas de Chile i Bolivia ambas pretendían tener derecho al territorio que yace entre los grados 23 i 26 sur, dentro de los cuales estaba situado el puerto de Santa María."(54)

sobre los argumentos de que Chile ejercía soberanía en la zona, el comisionado americano dice:

"Aparece además de las pruebas, que había muchas minas en esta parte del desierto i muchas ricas próximo a Mejillones, i sin embargo, según ya hemos indicado, Chile parece que sólo había expedido siete licencias en este distrito a mineros antes de 1857, i todas ellas el mismo día i a favor de la misma razón social.

Aparece además que los mineros en aquella región habían recibido sus provisiones de Cobija, Bolivia, sin pagar ningún impuesto al gobierno chileno, i que las autoridades chilenas no tuvieron conocimiento de estas minas hasta esta época."(55)

Añade el Comisionado Gage líneas abajo que:

"...antes de la captura del Sportsman algunos buques habían obtenido licencia de Bolivia para recibir cargamentos en varios puertos en este territorio disputado, incluyendo Santa María i Mejillones, i que Bolivia había expedido muchas licencias para la explotación de minas en aquél, i que varios buques habían cargado con frecuencia dentro del territorio con licencia de Bolivia, o por lo menos sin ninguna licencia de Chile, i que hasta próximamente la fecha en que se le impidió al Sportsman que cargara en este puerto, no se había hecho ningún esfuerzo por parte de Chile para impedir que los buques cargasen allí o impedir que el pueblo explotase minas en aquella región sin una licencia de Chile."(56)

Posteriormente, el representante norteamericano recuerda la protesta boliviana del 25 de noviembre de 1857 hecha por el Prefecto de Cobija, al Comandante de la Esmeralda, por la violación de los derechos bolivianos en territorio del litoral de Atacama y concluye que: "Bolivia había ejercido más autoridad en este distrito que Chile."(57)

Asimismo el comisionado Gage reitera que la zona de Santa María era zona indiscutiblemente boliviana para cuyo efecto cita:

"Que se reconoce y se creía generalmente que Santa María, hasta la fecha de la captura del Sportsman, estaba comprendida dentro del territorio de Bolivia, aparece por un examen de muchos mapas fidedignos de aquella época, que se presentaron como pruebas. Entre estos debemos mencionar el mapa del almirantazgo británico de la América del Sur, Costa del Oeste, hoja 10, Bolivia; el atlas de Coltou del mundo, publicadas en 1855; un atlas publicado por Colton en 1857 con la autorización oficial de la República Boliviana en virtud de mediaciones que había empezado en 1842; Zeitschrift fur Allgemeine Erdkunde, Vol. VI, p.176 (1859).

El primero de estos era el mapa autorizado para marinos. Todos mostraron que el puerto de Santa María estaba bien adentro del territorio de Bolivia.

Por consiguiente, el demandado no ha mostrado ningún título absoluto a esta región, ni tampoco ha mostrado que tenía posesión real o exclusiva del mismo, i por el contrario parecen existir pruebas convincentes de que antes de la captura del Sportsman, Bolivia ejercía mayores derechos de posesión sobre el territorio donde está situada Santa María de los que ejercía Chile, i que esta última ciertamente no tenia posesión exclusiva de aquél.

Si no tenía posesión real no tenía derecho de imponer allí las leyes de rentas."(58)

EL TRATADO DE 1904

Al empezar el siglo XX, la situación de Bolivia era muy difícil. En el campo internacional, Bolivia discutía con Perú la delimitación de algunas áreas fronterizas. Con Brasil se enfrentó bélicamente por la posesión del Acre. Su economía estaba estrangulada por la posesión chilena de sus puertos y aduanas. Esa administración en las aduanas bolivianas significaba que Chile no sólo se beneficiaba en el cobro de sus servicios, sino que principalmente se pagaba por la indemnización que el Gobierno de Bolivia debía por la Guerra del Pacífico; de esta forma, el erario fiscal boliviano soportaba un pesado "dogal aduanero" como se le denominó en ese entonces.

La misión Koning, aunque criticada por muchos había sentado nuevamente en 1900 las bases chilenas de la paz. Las mismas estaban ya diseñadas en 1890 por la administración del Presidente Balmaceda, como se vió anteriormente. Le tocó al Canciller chileno Bello Codecido, quién era casado con la hija de Balmaceda, el hacerlas realidad en 1904.

Bolivia, tuvo finalmente que aceptar estas bases y firmó en Santiago el Tratado de Paz y Amistad el 20 de octubre de 1904. (60) Este tratado tiene doce artículos, de los cuales cinco básicos o sustantivos estaban ya incluidos en el ultimátum de Koning; otros cinco artículos se refieren a las regulaciones del libre tránsito (ya vimos que fueron sugeridas en parte por la documentación americana provista al Cónsul de ese país en Antofagasta) y los otros dos se refieren a los aspectos formales, como el preámbulo y el nombramiento de árbitro para dirimir los casos de desacuerdos, que pudieran ocurrir en la ejecución o interpretación de dicho tratado. El Encargado Negocios de los Estados Unidos en Santiago, notificó al Departamento de Estado de la suscripción de este tratado, y envió la correspondiente copia traducida al inglés, mediante Nota No. 427 del 28 de marzo de 1905.(61)

A su vez, el Ministro americano en La Paz, William B. Sorsby, envió en 1905, varias notas, una de ellas con copia del tratado y otras dos con información sobre todos los acuerdos comerciales posteriores entre Chile y Bolivia, así como las implicaciones de estos instrumentos en los tratados comerciales firmados - anteriormente - por Bolivia y Perú en 1878 y 1881. La correspondencia diplomática enviada a Washington por las legaciones americanas en La Paz y Lima, presentan con detalle el impasse entre Bolivia y el Perú en sus relaciones comerciales y reiteran también el rechazo peruano al tratado de 1904, en la cláusula pertinente al Ferrocarril Arica-La Paz, ya que el Perú niega la soberanía chilena sobre Arica y desconoce todo valor jurídico a las obligaciones y servidumbres que este ferrocarril podía gozar, en territorios legalmente peruanos.(62)

Los efectos favorables del Tratado de Paz de 1904 se sintieron de inmediato tanto en Chile, como en Antofagasta, Frank D. Aller, informaba al Departamento de Estado, mediante nota de 19 de diciembre de 1905 de que el arreglo entre Bolivia y Chile había producido un "boom" en Antofagasta, que la población de la ciudad se había doblado en menos de tres años y el valor de los bienes raíces se había incrementado espectacularmente.(63) La posesión legal de toda la provincia le permitió también a Chile, beneficiarse de la explotación del gran yacimiento cuprífero de Chuquicamata, el mismo que está ubicado a escasos kilómetros de Calama, la ciudad boliviana defendida heroicamente por Eduardo Avaroa y sus compatriotas atacameños, los que ofrendaron sus vidas en 1879, en defensa de la soberanía boliviana sobre la región.(64) La correspondencia americana no menciona, como en el caso chileno, ningún beneficio recibido por Bolivia, por la suscripción del Tratado de 1904.

Por lo expuesto en este capítulo, se puede apreciar que durante este período, la correspondencia diplomática así como las acciones del Departamento de Estado, reflejan una posición ambigua respecto al problema boliviano-chileno. Por una parte, la documentación oficial y los testimonios jurídicos en los que participó el Departamento de Estado ratifican y/o reconocen el derecho boliviano sobre el Departamento del Litoral, así como que Chile, obtuvo posesión por la fuerza y que las argumentaciones chilenas para justificar esta ocupación no tenían validez jurídica. Por otra parte, Estados Unidos aceptó pragmáticamente la ocupación del litoral boliviano y su diplomacia indirectamente ayudó en la elaboración de los instrumentos para su perfeccionamiento y evitó intervenir en la controversia chileno-boliviana a fin de no lastimar los intereses de Chile, a pesar de los clamorosos y reiterados pedidos de Bolivia. Al decidir la no intervención, favorecieron directamente a Chile, la nación más fuerte y donde tenían mayores intereses. En pocas palabras, que si bien el Litoral había pertenecido a Bolivia por derecho, al ser ocupado por Chile, este país se imponía de hecho y para los Estados Unidos, esta era la realidad que el tiempo le aconsejaba aceptar.

NOTAS

1. Despatches from the United States Consuls in La Paz, Bolivia T338 r.1

2. Sobre la reacción boliviana ver resumen en: Julio Cesar Valdés: "Bolivia y Chile", Legación de Bolivia, Santiago de Chile, 1900.

3. Los discursos y transcripciones de las sesiones del Parlamento chileno sobre la creación de la provincia de Antofagasta, muestran - con claridad diáfana - la conquista y anexión chilena de estos territorios y desvirtúan por sí mismos las afirmaciones posteriores de sus historiadores, sobre que Bolivia le habría usurpado los mismos - previamente - a Chile, Incluso desvirtúan la teoría de la reivindicación territorial hasta el paralelo del grado 23, oficialmente planteado por Chile en 1879 al ocupar Antofagasta. Sería interesante que Bolivia imprima y circule esos documentos parlamentarios chilenos puesto que ellos refuerzan la posición histórica y diplomática boliviana.

4. Bureau of the American Republics: Handbook of Bolivia . v.s. Government Printing Office, Washington D.C.,1893 Bulletin No. 55, pág. 6.

          5. Despatches from United Ministers to Chile 10. rs. 36-42

6. Despatches from United States Consuls in Antofagasta t 505.v.1 Despatches...

7. Despatches op.cit. M10 r.43

8. Despatches op.cit. T 505 r.1

9. Sobre los Tratados de 1895 ver: Valentín Abecia B. "Las Relaciones Internacionales en la Historia de Bolivia", Los Amigos de Libro, La Paz/Cochabamba 1979, Tomo II págs. 247-277 y Alberto Crespo Gutiérrez: "Los Amigos del Libro. La Paz 1975. También F. Encinas, op.cit. y C. Ríos Gallardo op.cit.

10. Despatches...op.cit.M.10 r 44 Note 22

11. Despatches. op.cit. M.10 v.44 Note 85. También en Foreing Relations of the U.S.A., 1896, Government Printing Office, Washington D.C. 1897

12. Ver Carlos Rey de Castro: "El Artículo III del Tratado de Ancón", París 1919

13. Carlos Rey de Castro, op.cit.

14. Ver Valentín Abecia B. op.cit. y F. Encinas op.cit. sobre el caso de la "Puna de Atacama".

15. Despatches, op.cit T 505 r.1

16. Ver Frederick Pike: Chile and the United States, 1880-1962, Univesity of Notre Dame Press, Indiana 1963, pags. 123-139.

17. Foreign Relations of the U.S.A., 1898, Washington D.C. 1900

18. Foreign Relations of the U.S.A. op.cit. págs. 1-4

19. Ver el fallo Buchanan en: "El acta de delimitación de la frontera de la Puna de Atacama" en publicaciones oficiales de Argentina y Chile, así como en Despatches, op.cit.

20. Despatches, Nota 101 de 3 de marzo de 1899

21. Despatches, Nota 103 de 8 de marzo de 1899

22. Despatches, Nota 147 de 15 de mayo de 1900 y 165 de 22 de noviembre de 1900

23. Despatches, Nota 214 de 2 de julio de 1900

24. Despatches, Nota 222 de 1 de agosto de 1900

25. Despatches, op.cit.

26. Despatches, Nota 223 de 14 de agosto de 1900

27. Despatches, Nota 227 de 18 de septiembre de 1900

28. Despatches, op.cit.

29. Sobre el ultimátum de Koning ver: V. Abecia B. Vol. II op.cit. y Miguel Mercado Moreira: Historia Internacional de Bolivia, La Paz, 1972.

30. Despatches, Nota No. 228 de 18 de septiembre de 1900

31. Despatches, Nota No. 231 de 2 de octubre de 1900

32. Ver la nota-Circular enviada a todos los gobiernos por el Canciller Federico Diez de Medina en: "El Problema del Litoral Boliviano", H. Municipalidad de La Paz, 1966, págs. 225-275 y Despatches, Nota 238 de 23 de noviembre de 1900 con traducción completa de la nota de Villazón.

33. Despatches, Nota 165 de 22 de noviembre de 1900

34. Despatches, op.cit.

35. El contenido del paréntesis puesto por el autor.

36. The Cyclopedic Review of Current History, Vol. 10, Jan 1901, pág. 1037

37. Ver "Notes from the Bolivian Legation in the United States to the Department of State T. 795 r.1

38. Notes to Foreign Legations in the United States from the Department of State M 99 r.8

39. Despatches from the United States Ministers to Peru, T52 R.61 y también Notes form the Peruvian Legation in the United States to the Department of State, T802 r.6

40. Se llama la atención del lector a la triple coincidencia de que (1) el Ministro Angel Custodio Vicuña que presentó esta propuesta en 1900 al Perú, es el mismo personaje que en 1890 entregó las bases de paz a Bolivia representando a Balmaceda.(2) que las bases de Balmaceda son fundamentalmente las mismas que las bases presentadas por Koning (3) que las acciones de Koning y Vicuña en 1900 estaban coordinadas al menos en cuanto al tiempo se refiere. Sobre la "polonización" se recomienda V. Abecia. Vol. II op. cit. págs. 280-286.

41. The Cyclopedic Review of Current History Vol II, March 1901 pág. 50

42. Ver por ejemplo despacho Consular No. 62 del 13 de abril de 1901 sobre carga boliviana del año 1900; y No. 70 del 30 de noviembre de 1901 sobre recaudaciones aduaneras, op.cit. T505 r.1

43. Ver Despatches, op.cit. T505 r.1 especialmente Nota No. 75

44. Ver Despatches, op.cit. Notas No. 44 y 84

45. Ver Despatches, op.cit. Nota No.85

46. Para un detalle completo de dicho caso ver: Comisión de Reclamaciones entre Chile i los Estados Unidos, Washington D.C. 1900. Todas las actas de este caso se han extractado de dicha publicación.

47. Comisión de Reclamaciones, op.cit.págs. 68-70

48. op.cit. pág. 72

49. op.cit. pág. 73

          50. op.cit. pág. 74

51. op.cit. pág.79

          52. op.cit.pág.87

          53. op.cit.pág.88

          54. op.cit. pág. 89-91

          55. op.cit.pág. 94

          56. op.cit.pág.95

          57. op.cit.pág.97

          58. op.cit.pág.98

          59. op.cit.pág 99

60. Conviene recordar que los principios del Tratado de 1904 ya habían sido aceptados por el gobierno anterior en 1903, y que el ser presentados al Congreso boliviano por el entonces Canciller Villazón, en su mensaje éste afirmaba: "Dada la importancia de nuestra múltiples cuestiones con la República de Chile y la prepotencia militar y financiera de esta nación con relación a nosotros..."

61. Foreign Relations of the U.S.A. 1905. Washington D.C. Government Printing Office, 1906. El despacho de periódicos chilenos incluyó el editorial del Mercurio sobre el Tratado de Paz y Amistad en el que sostenia que: "Debe decirse que todas las pretensiones chilenas han sido aceptadas. salvo detalles..."

62. Foreign Relations. op.cit. 1905

63. Despatches, op.cit.T505 r.1

64. Chuquicamata entró en explotación en 1912 en base a las inversiones efectuadas por los intereses americanos que se decidieron a invertir en la zona una vez que Chile ya había "saneado" su posesión.

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